Desde una perspectiva teórica pero con implicaciones prácticas, la adquisición y uso de la lengua pueden analizarse en tres niveles distintos (Hulstijn, 2002: 195):
- COMPORTAMIENTO: Analizado por estudios empíricos sobre la producción y comprensión, los juicios de gramaticalidad, etc.
- COGNITIVO: Que investiga cómo se representa el conocimiento lingüístico, cómo se procesa, cómo nace y cómo se forma en el cerebro.
- CEREBRAL: en el que se contempla el aprendizaje lingüístico desde la perspectiva neurofisiológica.
En el aprendizaje de una L2 intervienen múltiples factores que pueden agruparse en tres grupos (Ellis, 1994: 193-195):
- Factores externos al individuo -input: Contexto y situación de aprendizaje.
- Factores internos: Lengua materna, conocimiento del mundo, conocimiento lingüístico.
- Factores individuales: edad, personalidad, inteligencia…
El conocimiento de reglas y rasgos de una L2 tiene tres funciones (Bialystock, 1978):
- FUNCIÓN ABSORBENTE: La información nueva conscientemente aprendida se representa en él.
- ALMACÉN DE LA INFORMACIÓN EXPLÍCITA: Un lugar donde guardar los conocimientos explícitos. En la mayoría de las personas, el conocimiento explícito se almacena y controla en el lóbulo temporal medio y central, incluyendo el hipocampo.
- HACER EXPLÍCITO UN CONOCIMIENTO IMPLÍCITO: Lo que puede llevar a la formulación de una regla. ¿Puede convertirse el conocimiento explícito en implícito? La respuesta es afirmativa. La automatización del conocimiento mediante la práctica y el ejercicio repetido hace que tal transformación sea posible.
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